sábado, 24 de octubre de 2009

SIN EMBARGO


Y sin embargo se abren caminos.
Los verdes tiernos se entregan a unos tímidos pasos.
El caracol dictamina carreteras en su autoportante,
señala con líneas brillantes, dibuja mapas efímeros.
Y sin embargo se abren caminos sobre el agua,
sobre la blanca sal, los techos de la ciudad,
quien puede decir donde van las pisadas...
Si las aguas se abrieron dice una Biblia
no importa si yo digo que soy atea,
dice el camino que es más obstinado que nadie.
No entiende razones, sólo se abre, va hacia adelante,
soy un mojón materia inerte en el espacio de una caja
y a una mirada me abro en sendero, autopista, avenida, puente colgante y
hacia el sol con sus canciones susurradas de atardecer voy.