domingo, 27 de abril de 2008

LLAMADO

Las ramas tiemblan, las hojas gritan.
Me llaman sólo a mi. Quieren que pise el sendero de musgo con mis zapatillas de hierba tierna.

Ahora corro a toda velocidad por el mar de hojas tempestuosas, atrevidas.
Raíces se retuercen y se abrazan. Se agreden y se besan como olas en otoño.
Cielo de espesas copas. Unos amarillos pequeños agujerean las nubes verdes.

Ahí estás replegado. Como un arbustito entre esos gigantes verdes.
Demasiado quieto. Mustio.

Tal vez estuvieras dormido.
Pero temí que estuvieras muerto.
Me lancé a través del aire cortante de la mañana y abracé tus formas.
Besos pequeños como de flores o mariposas.
Nervaduras, venas, creciendo, entrelazándose.
Tus miles de hojas vibran, ríen, tiemblan.
No estás muerto.
Y veo que ya estás despierto.
Ahora me zambullo entre tus raíces que son olas de verano.
Las olas me abrazan y me golpean y me acarician y me refrescan.
La mañana es fría.
El mundo es verde.
Tus raíces son olas.
No estabas muerto.

jueves, 24 de abril de 2008

JUNGLA


Encontré una selva en las alturas.
Sobre las infinitas habitaciones y pasillos que se doblan por el peso de los cuadros.
Arriba de la ciudad que derrite el calor, gritos, bocinas.
Encima del fantasma y el vaho del desierto.

Hojas. Miles. Tallos. Venas. Verdes. Gotas.

Tortugas apareándose en el sopor del mediodía. Calor. Siempre. Sopor. Persecución. Temblor. Reposo. Respiración.

A la mañana despierta la jungla el grito del loro enloquecido. Levantar al mundo. Acallar las bocinas. Sobresaltar la ciudad toda.

No sé ni como llegaste hasta ahí.
Trepaste para una despedida.
Adioses. Palabras. Saludos. Palabras. Adioses. Si. Siiii. Sii.
No despedida no.
Ahora no escucho nada.
Sólo veo tu boca moverse.
No hay tiempo en el aire.
Personas pasan como fantasmas.
No despedida no.

Te atrapo y arrastro por las escaleras.
Frenesí. Hay viento en el aire.
Te arrojo a los verdes, al follaje, a los tallos tensos.
Caemos entre las ramas, hojas, brazos, ojos.
La selva se agita.
La jungla es una trampa.
Nadamos, respiramos, reposamos en savia transparente.
Arriba del mundo. En la selva demente. Transpiraciones y jadeos verdes.