jueves, 11 de junio de 2009

MORDISCO



Verde y lustroso, como el último de la pila frotado por un verdulero perfeccionista, le doy una mordida al "Kafka en la otra orilla" de Haruki Murakami,
y efectivamente, compruebo que tiene un sabor dulce y ácido.

Como quien no quiere la cosa me pongo a leer entre líneas resplandecientes
de naranjas, rojo y amarillos.
Girando, girando, me cuenta historias de mujeres y hombres, alturas, caídas,
árboles, patios, soles.
El sabor de las palabras escritas en lugares insospechados,
la blancura de nueves lunas flotando en un mar marrón y amargo.

2 comentarios:

Enver el ultimo. dijo...

Murakami Haruki me atrapò con Norvegian Wood, lo abri en la libreria y lo cerré en mi pieza un par de dias después con la sensaciòn de un amor intenso y tormentoso, me quedé un poquito traumado.
El otro dia queria comprar un libro de relatos que vi en oferta pero cuando volvi a pasar por la libreria pero se habia acabado. Un escritor muy amado, yo mismo lo amo aunque solo he leido un libro de él que creo que volveré a leer algun dia.
Ese "Kafka Sulla Spiaggia" tendrà que esperar a bajar a un precio razonable. pero mientras leo los cuentos del Sr. R. Carver De quien Murakami -traductor al japonés de su obra- se considera discipulo.

Bueno, hace tiempo que no te escribia
cierto?

Un beso y un mordisco.

Daniela Falcón dijo...

Ahhh que suerte que estes tan compenetrado con la lectura... por estos días ando tan confundida que muerdo libros e intento leer vegetales, ja...
Ojalá puedas darle pronto tu mordida al Kafka en la otra orilla.

que bueno que hayas pasado (y gracias por tus datos literarios, los tendré en cuenta para cuando vuelva a la normalidad)

saludos!!