
No sé por qué, pero hay veces en que las noches parecen estar hechas de otra sustancia, una sustancia espesa, como una jalea de magia, o extrañamiento, o misterio.
Noches en las que uno es como nunca espectador del mundo y se siente un poco dislocado, pero increíblemente receptivo de imágenes irrepetibles, imposibles de olvidar.
Sucede en una calurosa noche de diciembre o también podría darse en algún mayo ventoso con la misma sensación: inmóviles espectadores de algo único.
Si vas en un auto tus ojos miran atentos y la cabeza quisiera salirse de ahí, si vas caminado te quedas parado de repente como fulminado de quietud y eres "todo ojos".
Son momentos que se recortan como cuadros del mundo que los rodea, que la sustancia de la noche atrapa, atrapándonos.
Y es al otro día que nos despertamos raros, como si por alguna trama inexplicable del destino, hubiéramos sido elegidos para contemplar el prodigio.
3 comentarios:
...para mi las noches siempre estan hechas de otra sustancia. Parece que en ella mis ojos se transformaran en enormes faroles fluorescentes, pero que miran hacia adentro. Y todo se desnuda, y todo se evidencia, y tomo las decisiones mas temerarias. Luego, al dia siguiente, vuelvo a ser aquella niña tímida...y me voy a trabajar.
besos!
Si es cierto, creo que todas las noches están hechas de otra sustancia... pero hay algunas muy potentes, la sustancia es muy espesa y es en esas noches donde tengo mis visiones, jaja...
soy nocturna por naturaleza, y en la oscuridad es donde más cómoda me siento, pero con el tiempo me he hecho adoradora de la sustancia amarilla y ahora ya no hay tanta diferencia entre noches y días...
besos Patty!!!
Mucho. muy bonita foto, se convierte en una cosa con el texto!
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